El entorno es maravilloso, desde la cabaña a traves de grandes ventanales tienes un bosque lleno de pinos. Completamente apartado y perfecto para desconectar. La ruta para llegar es un tanto rural y complicada pero vale la pena. No hay personal ni atencion en el hotel por lo que hay que llamar si hace falta algo y el wifi no funciona bien algunas veces. La cocina tiene todo lo necesario y hay una chimenea que mantiene la casa calida. Recomendado!