Buen hotel, muy cerca de estaciones de metro, distrito de compras y distrito de las geishas. El desayuno es bueno, con oferta occidental y europea. Las habitaciones son muy pequeñas y las ventanas están cegadas por dos cortinas, podría llegar a ser un poco claustrofóbico. Es baño también muy pequeño, pero todo muy limpio. La habitación con una sola cama no es para matrimonio, cabe solo una persona aunque cómodamente. Nosotros éramos 4 y tuvimos que comprar una habitación extra para mi hijo, no cabían los dos.