Un entorno maravilloso para descansar, atención excelente, habitación limpia.
Sin embargo la cama muy ruidosa, el parquet de los pasillos crujian solo con pisar, las sillas del restaurant les hacia falta cambiar el tapizado se veia muy estropeado y por último, cuando subimos de desayunar la tarjeta se habia desactivado, fuimos a recepcion donde nos la cambiaron pero seguia el mismo problema, eran las 10h de la mañana y no teniamos que abandonar la habitacion hasta las 12h.
Nos fuimos antes, un triste final para un fin de semana muy bueno.