Para ser un hotel de 4 estrellas en la playa está bastante antiguo las instalaciones dejan mucho que desear, necesita una reforma y sobre todo la incomodidad de que solo hay dos ascensores para tantísimas habitaciones, la espera para subir y bajar se hacían eternas. El servicio de buffet bastante bueno, con comida muy variada. El personal muy agradable. El baño es lo mas bonito de la habitación, los colchones un poco hundidos, la verdad que me vuelvo a repetir pero he quedado bastante decepcionada, la calidad/precio no la veo equitativa, por dos noches con pensión completa hemos pagado casi 540€ y no merece la pena.